Mientras la actual ministra de Seguridad de Javier Milei se alineó con La Libertad Avanza (LLA) y sus legisladores rompieron con el bloque del PRO, el exjefe de Gobierno porteño sigue sin definir su rol político, pero mantiene su espacio propio, el Movimiento al Desarrollo (MAD).
¿Expulsión o convivencia? Un PRO dividido
El PRO deberá resolver en las próximas semanas el destino de sus dirigentes disidentes. Según fuentes cercanas al partido, la carta orgánica establece la autoexpulsión de cualquier afiliado que compita por fuera del espacio.
«Hay que ver si se lanza como candidato, la carta orgánica del partido dice que se autoexpulsa cualquier afiliado que compita por fuera del PRO» , explicaron desde el entorno del macrismo en relación con Larreta.
En el caso de Bullrich, su ruptura con el PRO es más evidente, ya que su equipo político se alineó con Milei y se especula con una eventual candidatura legislativa bajo el sello de LLA. Sin embargo, dentro del partido aún no hay consenso sobre su expulsión.
«Si Larreta no compite por fuera o Bullrich no se afilia formalmente a La Libertad Avanza, no habrá novedades» , indicaron fuentes del PRO al diario Perfil .
Críticas internas y grietas en el macrismo
La crisis en el PRO quedó expuesta en declaraciones como las del exministro de Cultura, Pablo Avelluto, quien dio por hecho que Larreta ya no forma parte del espacio.
«Mi ex partido, ahora estalinista, antidemocrático y autoritario, decidió expulsar a uno de sus fundadores» , escribió en X (ex Twitter), en referencia a la posible salida del exalcalde porteño.
El tema deberá ser tratado en el Comité de Disciplina del PRO, donde figuras de peso como Jorge Macri, María Eugenia Vidal, Cristian Ritondo y Soledad Martínez tendrán la última palabra.
Impacto electoral y la incógnita de una alianza con Milei
En paralelo a la crisis interna, el PRO evalúa una potencial alianza con La Libertad Avanza en algunos distritos, aunque la Ciudad de Buenos Aires sigue siendo un punto de conflicto. Jorge Macri enfrenta críticas a su gestión y observa con preocupación los movimientos de Larreta, quien podría captar parte del electorado «amarillo» con su nuevo espacio MAD.
El propio Larreta avivó las tensiones al lanzar una crítica directa a su sucesor: «Buenos Aires ya no es lo que era» , en lo que muchos interpretaron como una señal de que busca regresar a la contienda electoral.
Con el cierre de listas en el horizonte y la incertidumbre sobre el destino de Bullrich y Larreta, el PRO se enfrenta a una de sus decisiones más trascendentales. La posibilidad de expulsiones sigue sobre la mesa, pero por ahora el partido prefiere evitar medidas drásticas que profundicen aún más la división interna.