La madrugada del viernes quedó marcada por un nuevo episodio de violencia extrema en el partido de Morón, provincia de Buenos Aires. Franco Vera, un joven albañil y herrero de 21 años, fue asesinado de un disparo en la cabeza por un narcotraficante conocido como «Tato», en un contexto que combina narcotráfico, descontrol y un sistema de seguridad cuestionado por vecinos y analistas.
Los hechos
El trágico suceso ocurrió pasada la 1 de la madrugada en la calle Santa Catalina al 800. Según los relatos de los vecinos, el lugar donde se desencadenó el crimen es un presunto búnker narco que funciona de forma permanente.
Patricio C., alias «Tato», llegó al sitio y disparó al aire antes de entrar a la vivienda de manera violenta. Aunque las circunstancias específicas aún son investigadas por la Dra. Valeria Courtade, titular de la UFI N° 3 de Morón, se manejan dos hipótesis: que el atacante buscaba comprar drogas y fue rechazado o que mantenía un conflicto económico con los responsables del lugar.
Tras un breve intercambio dentro de la vivienda, «Tato» salió acompañado de dos hombres y disparó hacia la vereda, donde caminaba Franco Vera, quien regresaba a su casa después de cenar con amigos. Una de las balas impactó en la cabeza de Vera, causándole la muerte inmediata.
Sorprendentemente, los testigos presenciales del hecho no intervinieron ni prestaron asistencia al joven herido, lo que generó aún más indignación entre los vecinos.
La reacción vecinal y el rol de la policía
Durante la mañana siguiente, familiares, amigos y vecinos de la víctima se reunieron en el lugar del crimen, enfurecidos por la inacción frente al narcotráfico. En un acto desesperado, incendiaron la vivienda donde aseguran que funcionaba el búnker narco y denunciaron que las autoridades ignoraron múltiples denuncias previas.
«Denunciamos este lugar cientos de veces, pero la policía nunca hizo nada. Este crimen se pudo evitar», señalaron vecinos a los medios de comunicación presentes en la zona.
El enojo aumentó cuando efectivos del Grupo Táctico Operativo (GTO) de Morón llegaron para dispersar a los manifestantes y proteger la propiedad, utilizando balas de goma para contener a los vecinos, quienes exigían seguridad y respuestas inmediatas.
Críticas al gobierno de Axel Kicillof
El caso desató una ola de críticas hacia el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, y su gestión en materia de seguridad. Los vecinos y sectores opositores acusan al mandatario de no combatir el narcotráfico y de priorizar la protección de los búnkeres sobre la seguridad de los ciudadanos.
«La verdulería de al lado también era de ellos, la usaban para vender droga, y nadie hizo nada. Ahora mandan a la policía a cuidar el búnker en lugar de protegernos a nosotros», lamentaron los vecinos.
El caso también puso de relieve la creciente tensión entre las fuerzas de seguridad y las comunidades afectadas por el narcotráfico, quienes sienten que sus reclamos son desoídos por las autoridades.
Un reflejo de la crisis de seguridad
El asesinato de Franco Vera no es un hecho aislado, sino un síntoma de una problemática más profunda que afecta a toda la provincia de Buenos Aires: la expansión del narcotráfico, la inacción ante las denuncias vecinales y un sistema de seguridad que parece desbordado.
Mientras se espera que avance la investigación judicial, el caso de Morón se suma a una larga lista de episodios que dejan en evidencia la urgente necesidad de replantear las políticas de seguridad y el combate al narcotráfico en la región.
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