Ayer al anochecer, los hermanos Germán y Sebastián Kiczka, con el primero siendo ex legislador provincial, fueron trasladados desde la Comisaría Segunda de Apóstoles a la unidad penitenciaria de Cerro Azul, luego de que se filtraran imágenes de una visita familiar realizada la mañana de ese mismo día. El incidente desencadenó una serie de decisiones drásticas por parte de la Jefatura de la Policía de Misiones, incluyendo la remoción de los jefes de la dependencia policial involucrada.
Las imágenes que se difundieron mostraron la visita de los padres de los hermanos Kiczka, quienes permanecían detenidos en la comisaría. Esto generó una respuesta inmediata por parte de la jefatura policial, que decidió relevar de sus cargos al Subcomisario Carlos Ariel Ferraz y su segundo, el Oficial Auxiliar Alejandro Rubén Cáceres, por “no respetar las directivas emanadas desde Jefatura en materia de seguridad”. En su lugar, fueron designados el Subcomisario Héctor Boni y el Oficial Auxiliar Walter Rodríguez.
El cambio de autoridades se concretó esa misma tarde tras la intervención del Director de Seguridad, quien inspeccionó la comisaría y formalizó el relevo de los jefes policiales. Además, se solicitó al juez Miguel Ángel Faria, titular del Juzgado de Instrucción IV de Apóstoles, que los hermanos Kiczka fueran trasladados a otra dependencia para evitar cualquier tipo de trato especial o beneficios durante su detención.
Desde la fuerza provincial se enfatizó que la decisión se tomó para garantizar la seguridad dentro de la dependencia y para evitar cualquier sospecha de convivencia o privilegios indebidos hacia los detenidos. La situación ha puesto en el foco las medidas de seguridad y control dentro de las unidades policiales en Misiones, destacando la importancia de seguir rigurosamente las directrices establecidas por la jefatura.