El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este martes una medida destinada a fomentar inversiones significativas en el país. En una publicación en Truth Social, Trump afirmó:
«Cualquier persona o empresa que invierta MIL MILLONES DE DÓLARES O MÁS en los Estados Unidos de América recibirá aprobaciones y permisos completamente expeditos, incluidas, entre otras, todas las aprobaciones ambientales. ¡PREPÁRATE PARA EL ROCK!»
Similitudes con políticas internacionales
El anuncio rápidamente generó comparaciones en redes sociales con el Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI) instaurado en Argentina por el presidente Javier Milei, conocido por ofrecer beneficios fiscales y garantías a proyectos de gran envergadura. Los usuarios han apodado esta iniciativa como el «RIGI de Trump», destacando un enfoque común: atraer capital privado para impulsar sectores estratégicos y dinamizar las economías nacionales.
Mientras que el RIGI argentino garantiza estabilidad fiscal, Trump busca eliminar barreras regulatorias, particularmente aquellas relacionadas con la Ley Nacional de Política Ambiental (NEPA), que exige rigurosas evaluaciones antes de aprobar proyectos con posibles impactos ecológicos.
La polémica en torno a la NEPA
La NEPA, vigente desde 1970, ha sido un pilar en la protección ambiental de Estados Unidos. Requiere que las agencias federales evalúen los efectos ambientales de proyectos como oleoductos, carreteras y desarrollos de infraestructura antes de conceder permisos. Sin embargo, ha sido duramente criticada por el sector privado debido a los extensos tiempos de revisión, que muchas veces derivan en costosos retrasos.
Expertos como William Buzbee, profesor de derecho en la Universidad de Georgetown, señalan que las agencias federales tienen la capacidad de priorizar ciertos proyectos bajo instrucciones presidenciales. Sin embargo, advierten que la legislación actual no permite una vía rápida para aprobar grandes inversiones sin cumplir con los requisitos establecidos.
«Cuanto mayores sean los impactos ambientales, más detallados y cuidadosos deberán ser los procedimientos para superar una revisión judicial posterior», explicó Buzbee en diálogo con The Hill.
Un anuncio en un contexto clave
La publicación de Trump coincide con un debate en la Corte Suprema de Estados Unidos sobre posibles limitaciones al alcance de la NEPA, particularmente en lo que respecta a los impactos ambientales indirectos. Aunque no se ha confirmado si el anuncio del presidente electo está relacionado con este caso, el contexto subraya la controversia que rodea a la legislación ambiental en el país.
Perspectivas y desafíos
El plan de Trump tiene el potencial de atraer grandes capitales y revitalizar sectores clave de la economía estadounidense, pero enfrenta críticas por su posible impacto ambiental. Las aprobaciones aceleradas podrían generar tensiones con grupos ambientalistas y desencadenar litigios si no se respetan los procedimientos legales establecidos.
El modelo propuesto por Trump refleja una visión pragmática de corto plazo orientada al crecimiento económico, pero también pone a prueba los equilibrios entre desarrollo e impacto ambiental. Su implementación podría definir una nueva etapa en las políticas económicas y regulatorias de Estados Unidos.