Desde su explotación en 2013, Vaca Muerta se ha convertido en uno de los pilares de la economía argentina, posicionándose como un referente global en la producción de hidrocarburos no convencionales. Según un informe reciente de PwC Argentina, el yacimiento podría generar un superávit energético de hasta 30.000 millones de dólares para 2030, consolidándose como un actor clave en el mercado energético internacional.
Producción récord y crecimiento exponencial
En agosto de 2024, Vaca Muerta registró una producción diaria de 403.000 barriles de petróleo y 83 millones de metros cúbicos de gas, cifras que representan más de la mitad de la producción nacional. Comparado con el mismo período del año anterior, esto implica un aumento interanual del 35% en petróleo y 22% en gas, destacando la rápida evolución del yacimiento.
“Vaca Muerta es un yacimiento con un gran potencial geológico que coloca a Argentina en una posición privilegiada”, afirmó Ezequiel Mirazón, socio de PwC y experto en energía, quien subrayó el atractivo del marco regulatorio actual para nuevas inversiones.
El desafío de la infraestructura
A pesar de su éxito, el desarrollo de Vaca Muerta enfrenta un obstáculo crucial: la falta de infraestructura suficiente para evacuar y transportar los recursos hacia los mercados nacionales e internacionales.
Entre los proyectos más relevantes se encuentra el Vaca Muerta Oleoducto Sur, liderado por YPF con una inversión de 2.500 millones de dólares, que incrementará la capacidad de transporte en 500.000 barriles diarios. Asimismo, la construcción de un puerto de aguas profundas en Río Negro promete reducir costos logísticos y ampliar el acceso a mercados internacionales.
Régimen de incentivos: clave para atraer inversiones
El Régimen de Incentivos a la Inversión (RIGI), implementado para fomentar proyectos de infraestructura y expansión productiva, ha sido un catalizador para atraer capital extranjero. Este esquema ofrece beneficios fiscales, como una tasa reducida de impuesto a las ganancias y amortización acelerada de activos, favoreciendo proyectos de largo plazo.
“El RIGI se ha convertido en un imán para proyectos estratégicos y ha ampliado las posibilidades de desarrollo en áreas fuera de Vaca Muerta”, señaló Juan Manuel Magadan, socio de PwC.
Diversificación y oportunidades para pymes
La concentración de grandes inversiones en Vaca Muerta ha abierto oportunidades para pequeñas y medianas empresas (pymes) en áreas maduras de producción. Según Ignacio Aquino, experto en adquisiciones de PwC, este fenómeno puede impulsar el empleo y fortalecer las economías regionales.
Exportación de GNL: la próxima frontera
Uno de los mayores desafíos de Vaca Muerta es incrementar la capacidad de exportación de gas natural licuado (GNL). Argentina posee el segundo mayor recurso de gas no convencional y el cuarto de petróleo a nivel global, pero enfrenta cuellos de botella logísticos que limitan su acceso a mercados internacionales.
Proyectos como el Gasoducto Perito Moreno y la expansión de la red de OldelVal son fundamentales para superar estas barreras y posicionar a Argentina como un exportador líder de GNL.
Perspectivas hacia 2030
Con un marco regulatorio atractivo, inversiones estratégicas en infraestructura y una producción en ascenso, Vaca Muerta está en camino de transformar a Argentina en un actor clave del mercado energético mundial. No obstante, el desafío radica en mantener el ritmo de inversión y garantizar la sostenibilidad del desarrollo, maximizando el impacto positivo para la economía y la sociedad.