Gustavo Valdés está decidido a blindar su proyecto político más allá de su gestión actual. En medio del calendario preelectoral que ya comienza a marcar el pulso de 2025, el gobernador de Corrientes avanza simultáneamente en dos frentes: consolidar la Unión Cívica Radical (UCR) y ampliar la coalición oficialista Vamos Corrientes con nuevas incorporaciones del peronismo no alineado.
En las últimas semanas, Valdés logró integrar a su armado a sectores del Partido Justicialista que habían quedado al margen tras la normalización institucional del PJ en la provincia. La incorporación más resonante fue la del dirigente Alejandro Karlen, histórico referente justicialista y exlegislador del Parlasur, quien confirmó públicamente que su agrupación “Primero mi provincia” se suma al oficialismo.
“Vamos a ser una pata peronista dentro del frente de Vamos Corrientes”, declaró Karlen, subrayando que el acuerdo fue posible pese a las diferencias ideológicas, gracias a la exclusión sufrida por su sector dentro del PJ y una amistad personal con Valdés que permitió abrir el diálogo.
Este movimiento se suma al ya consolidado acercamiento del intendente de Esquina, Hugo Benítez, también peronista, quien fue desplazado del esquema orgánico del PJ tras las internas de marzo. En declaraciones recientes, Benítez dejó la puerta abierta a un acuerdo con el gobernador:
“Incluso podemos llegar a hacer una alianza también con el Gobernador de la Provincia. ¿Por qué no?”.
La relación entre ambos dirigentes, que años atrás estuvo marcada por fuertes críticas mutuas, especialmente en el contexto de la pandemia, hoy atraviesa una etapa de cooperación institucional y diálogo fluido. Benítez ya anticipó que armará un frente local para defender la Intendencia y no descarta que uno de sus hijos —actual funcionario municipal— sea el candidato.
Por otro lado, Valdés también desembarcó políticamente en Mercedes, donde mantiene una alianza con la intendente Juana Gauto, referente de un espacio antes asociado al PJ, pero que hoy se distancia del esquema partidario tradicional.
Karlen, en diálogo con Radio Dos, fue claro sobre el origen del nuevo acuerdo político:
“El PJ nos cerró las puertas a la participación en más de 52 municipios. Entonces, decidimos sumarnos al frente que lidera Valdés, manteniendo nuestra identidad pero trabajando por un nuevo armado electoral”.
Este nuevo entramado político con peronismo disidente, más la estructura radical que comanda el gobernador, empieza a delinear la futura coalición oficialista para disputar la provincia en 2025, donde el gran desafío será elegir a su sucesor y sostener el control del gobierno.
Con paciencia quirúrgica y sin rupturas escandalosas, Valdés parece estar diseñando un frente electoral más amplio, pragmático y competitivo, que busca repetir la fórmula de éxito que le permitió gobernar con holgura durante su mandato.
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