“¡Es un genocidio!”. Ese fue el grito que más se repitió durante las últimas horas entre los habitantes del estado de Río de Janeiro, Brasil, luego de que las fuerzas de seguridad emplazaran lo que las autoridades definieron como un “operativo de guerra” contra la banda narco Comando Vermhelo (CV).
En el enfrentamiento, que contó con la cobertura exclusiva de LN+, se movilizaron 2500 uniformados de la Policía Civil y Militar. Hasta el momento, perdieron la vida más de 120 personas.
Constituido en los años 70 a partir del encuentro de criminales comunes y militantes de izquierda dentro de una prisión de Rio de Janeiro durante la dictadura militar brasileña, el CV es actualmente considerado una amenaza nacional y trasnacional.
En el megaoperativo, las fuerzas de seguridad emplearon drones artillados pero la banda narco no se quedó atrás, utilizando armamento militar para contrarrestar el avance de la Policía. Como resultado, los complejos de favelas Penha y Alemão, en la zona norte de la ciudad, fueron absorbidos por el fuego.
Además del estado de sitio y la parálisis social que se registró en todo el estado de Río de Janeiro, las calles quedaron tapizadas de cadáveres: imágenes que reflejaron cientos de cuerpos cubiertos con bolsas de plástico y pedazos de tela.
Según los informes citados por el medio brasilero O Globo, los cuerpos fueron extraídos de la zona de Vacaria, en la Serra da Misericórdia, donde se registraron los enfrentamientos más violentos entre la Policía y los narcotraficantes.