Los medios de comunicación británicos informaron que AstraZeneca ha reconocido en documentos legales que su vacuna contra el COVID-19 podría provocar un efecto secundario poco común. Este reconocimiento se hizo en el marco de una demanda colectiva presentada en el Reino Unido, en la que se alega que el fármaco, fruto de la colaboración entre la empresa farmacéutica y la Universidad de Oxford, podría ser responsable de lesiones graves en un número limitado de casos.
La empresa farmacéutica ya había mencionado en un artículo publicado en 2021 la posibilidad de ese efecto adverso en casos extremadamente raros y actualmente niega las afirmaciones de que ha cambiado su posición en documentos legales.
La demanda argumenta que la vacuna causó una reacción adversa grave en algunas personas, lo que tuvo un impacto devastador en varias familias. Según informó The Telegraph, este reconocimiento por parte de AstraZeneca podría sentar las bases para un acuerdo de compensación de hasta 100 millones de libras esterlinas (aproximadamente 125 millones de dólares) para los demandantes.
La vacunación ha sido y sigue siendo una herramienta crucial en la lucha contra el COVID-19. Diversos fabricantes, como AstraZeneca, han distribuido dosis a nivel mundial en el contexto de la emergencia sanitaria y han desempeñado un papel importante en la prevención de hospitalizaciones y muertes.
El diario mencionado señaló que inicialmente el laboratorio negó las afirmaciones, pero posteriormente, en febrero pasado, admitió en un documento legal presentado ante el Tribunal Superior que su vacuna «puede, en casos extremadamente raros, causar TTS», es decir, síndrome de trombosis con trombocitopenia, que conlleva la formación de coágulos sanguíneos y un recuento bajo de plaquetas en la sangre.
El Tribunal Superior del Reino Unido recibió la presentación de 51 casos de personas que afirman haber experimentado estos cuadros o sus familiares.
Según describe The Telegraph, el laboratorio reconoció la presencia de estos casos raros en el marco de su defensa legal ante la demanda de Jamie Scott, quien fue el primero en presentarse ante la Justicia en 2023. Scott sufrió una lesión cerebral irreversible después de desarrollar un coágulo de sangre y una hemorragia cerebral tras ser vacunado en abril de 2021. Este caso implica un daño moral significativo, considerando que el hospital advirtió a su esposa, ambos padres de dos niños, que su esposo fallecería.
El periódico describe que en mayo del año pasado, en una carta a los abogados de Scott, AstraZeneca afirmó: “No aceptamos que el TTS sea causado por la vacuna a nivel genérico”. Sin embargo, en el documento legal presentado ante el Tribunal Superior en febrero, el laboratorio declaró: “Se admite que la vacuna AZ puede, en casos muy raros, causar TTS. Se desconoce el mecanismo causal”. Además, subrayó: “Además, el TTS también puede ocurrir en ausencia de la vacuna AZ (o cualquier vacuna). La causalidad en cualquier caso individual será materia de prueba pericial”.
Esto vuelve a resaltar los riesgos y las incertidumbres en torno a las vacunas, ya que a nivel mundial se han reportado efectos secundarios.