Una escena violenta registrada en la madrugada del jueves conmocionó a los vecinos de Esquina, Corrientes. Dos jóvenes fueron brutalmente atacados por una patota en la intersección de las calles Velazco y Lavalle, a pocos metros del río Corriente, en la plena costanera de la ciudad. A pesar de la gravedad del episodio, no se radicó ninguna denuncia formal y la Policía, que llegó al lugar minutos después, no logró encontrar a los agresores ni a las víctimas.
Las imágenes captadas por testigos y difundidas en redes sociales no dejan lugar a dudas sobre la brutalidad del ataque. En ellas se observa cómo al menos siete hombres golpean sin piedad a los jóvenes, arrojándoles piedras, golpeándolos con cinturones y propinándoles patas incluso cuando yacían en el suelo. Uno de los muchachos, aparentemente desmayado, quedó tendido junto al cordón de la vereda, siendo igualmente blanco de la violencia.
El otro joven, que intentaba defender a su amigo, estaba rodeado por al menos cuatro atacantes. Entre los agresores, uno le arrojó un cascote mientras otro descargaba varios cintarazos. La única intervención inicial provino de una joven que, desesperada, comenzó a pedir ayuda. Con el paso de los minutos, más personas se acercaron al lugar y lograron frenar la agresión.
Desde la comisaría Primera información que recibió una llamada alertando sobre “una pelea” en la zona, pero al llegar la patrulla, ya no había nadie en el lugar. A su vez, las autoridades del hospital local aseguraron que no recibieron ningún herido relacionado con este hecho.
Pese a la falta de denuncia, desde la fuerza de seguridad iniciaron una averiguación de delito , impulsada por la difusión masiva de los videos en redes sociales y la repercusión que el caso tuvo en la comunidad. Los vecinos expresan su preocupación por el nivel de violencia y la falta de consecuencias inmediatas para los agresores, y exigen mayor presencia policial en la zona durante las madrugadas.
La ausencia de denuncia, sin embargo, complica las acciones judiciales, en un caso que, a pesar de las pruebas audiovisuales, podría quedar impune si las víctimas no se presentan formalmente ante las autoridades.