En una sesión cargada de tensión y debate, la Cámara de Diputados dio media sanción a la ampliación del Registro Nacional de Datos Genéticos, un proyecto que busca reforzar la lucha contra los delitos sexuales. La iniciativa, que ahora deberá ser debatida en el Senado, ha suscitado controversias no solo por su contenido, sino también por las declaraciones de legisladores que piden medidas aún más drásticas.
El proyecto, que modifica la Ley 26.879 de 2013, prevé la creación de perfiles genéticos de cualquier persona mayor de 18 años imputada por un delito, sin necesidad de una condena previa y con un plazo de almacenamiento de cuatro meses. Además, se establece que los perfiles genéticos de menores de edad solo podrán ser incorporados al registro si han sido declarados penalmente responsables.
En la antesala del debate en la Cámara alta, el legislador de La Libertad Avanza, Francisco Paoltroni, generó revuelo al sugerir la implementación de la castración para los violadores. “Tenemos que empezar a hablar de castración. Habrá que hablar de cosas incómodas que nunca se hablaron”, afirmó Paoltroni en declaraciones a Radio del Plata. El senador por Formosa argumentó que es necesario “estudiar qué hicieron los países del primer mundo” y profundizar en el tema.
La aprobación del proyecto en Diputados fue celebrada por el Gobierno, que emitió un comunicado calificándolo como un “avance revolucionario que cambiará para siempre la forma en la que se combate el delito en Argentina”. El comunicado, difundido a través de la cuenta de X de la Oficina del Presidente, subrayó que la medida permitirá agilizar los procesos judiciales y garantizar que los culpables “terminen tras las rejas”.
El documento también mencionó que el nuevo sistema incluye la posibilidad de que familiares de personas desaparecidas aporten voluntariamente sus huellas genéticas para compararlas con cuerpos o personas no identificadas. Finalmente, el Gobierno expresó su deseo de que el Senado apruebe pronto el proyecto, al tiempo que criticó duramente a los bloques que votaron en contra, acusándolos de “defender delincuentes” y “desamparar a las víctimas”.
Con 146 votos positivos, 87 rechazos y ocho abstenciones, la iniciativa ahora enfrenta un nuevo desafío en el Senado, donde las discusiones se anticipan igualmente intensas. Mientras tanto, las declaraciones de Paoltroni han añadido una capa de controversia, dejando en claro que el debate sobre cómo combatir los delitos sexuales en Argentina está lejos de finalizar.