La reciente detención de Cristina Fernández de Kirchner y su fuerte impacto en el escenario político nacional tuvo un efecto inesperado pero potente en Corrientes: revitalizó al peronismo provincial y consolidó la candidatura de Martín “Tincho” Ascúa, quien asegura que ya camina con ventaja rumbo a las elecciones.
Con el apoyo directo de la expresidenta, quien participó de su lanzamiento antes de quedar bajo prisión domiciliaria, Ascúa imagina un escenario nacionalizado donde el Partido Justicialista (PJ) se presenta como la única alternativa real al esquema de poder radical-libertario que asocia tanto a Gustavo Valdés como a Javier Milei.
“La gente ve tres caras de un mismo modelo: Valdés, Milei y Colombi. El verdadero cambio es el peronismo”, sentencia Ascúa, quien ya tiene oficializada su candidatura al igual que el histórico Ricardo Colombi, mientras el oficialismo aún no define su postulante y La Libertad Avanza permanece en silencio.
Ascúa descarta cualquier acuerdo con Colombi, a quien ubica como pieza clave del armado que consolidó al radicalismo en el poder durante los últimos 24 años. El PJ, en cambio, apuesta a una campaña territorial y militante que capitalice el 60% de electores que, según sus datos, quieren un cambio de rumbo en la provincia.
El objetivo estratégico es entrar al ballotage, algo que Ascúa ve posible ante el desgaste del oficialismo y la indefinición libertaria. Si logra quedar segundo, considera que podrá aglutinar todo el voto opositor para enfrentar al radicalismo en la segunda vuelta.
En un contexto donde el impacto del “cristinazo” reaviva la épica peronista y la figura de Cristina sigue generando adhesión en vastos sectores del norte argentino, el PJ correntino se prepara para dar batalla por la gobernación como no lo hacía en décadas.