Luego de 12 días de enfrentamientos, el presidente de Irán, Masud Pezeshkian, anunció este martes el fin de la guerra con Israel, calificando el alto el fuego como una respuesta necesaria a la «agresión imprudente del régimen sionista». Sin embargo, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió que retomará la ofensiva militar si Irán reanuda su programa nuclear.
“Irán no tendrá armas nucleares. Actuaremos con la misma fuerza si intenta reactivar su plan”, declaró Netanyahu, quien también celebró lo que llamó una «victoria histórica», al asegurar que Israel logró eliminar las dos amenazas existenciales: el programa nuclear y el arsenal de misiles iraníes.
El conflicto se precipitó con un ataque iraní a un edificio en Beersheba, que dejó cuatro muertos y ocho heridos, violando un pacto previo mediado por el expresidente Donald Trump, quien intervino nuevamente para frenar la escalada. “Un arma nuclear es lo último que tienen en mente ahora”, aseguró el exmandatario estadounidense.
Mientras tanto, las fuerzas israelíes levantaron las restricciones internas, reactivando el funcionamiento de escuelas, trabajos y aeropuertos. No obstante, el jefe del Estado Mayor, Eyal Zamir, afirmó que el foco volverá a ser la Franja de Gaza: “Debemos traer de vuelta a los rehenes y desmantelar el régimen de Hamas”.
Aunque la tensión bajó, la advertencia de Netanyahu mantiene a la región en vilo: cualquier intento iraní de revivir su plan atómico reactivaría el conflicto.