Mientras el peronismo atraviesa una etapa de reconfiguración interna con su figura más influyente, Cristina Fernández de Kirchner, cumpliendo prisión domiciliaria en el barrio porteño de Constitución, su hijo y dirigente político, Máximo Kirchner, comenzó a desplegar un discurso con tono de liderazgo que confirma su creciente centralidad en el espacio. El actual diputado nacional y presidente del Partido Justicialista bonaerense no descartó una eventual candidatura a diputado provincial por la tercera sección electoral y reafirmó su disposición a ocupar el rol que el movimiento le asigne en esta etapa crítica.
“Cuando uno tiene conducción política, tiene que estar siempre preparado para asumir los roles que requiere la etapa”, afirmó en diálogo con C5N. Sin embargo, aclaró que no pretende forzar protagonismos: “Tenemos compañeros y compañeras que pueden llevar adelante esa misma candidatura igual o mejor que uno”.
Kirchner hijo también se refirió a su rol dentro del peronismo actual: “No soy un gran amigo del excesivo protagonismo y de los medios, pero si es el rol que hay que cumplir en la coyuntura, lo llevaremos adelante”. Reconoció además un proceso de “hiperactividad” personal vinculado a las responsabilidades que le impone el contexto político y social.
Consultado sobre la expresidenta Cristina Fernández, quien atraviesa un período de silencio mediático desde su detención domiciliaria, Máximo señaló que “todavía está lejos” la posibilidad de que su madre utilice un canal de streaming como nuevo medio de expresión política. Advirtió además que “es muy difícil predecir sus movimientos, y más aún con las condiciones que impuso el sistema judicial”.
Más allá de lo estrictamente electoral, Kirchner centró su mensaje en la necesidad de resistencia frente al rumbo económico del gobierno de Javier Milei. Consideró “saludable” la masiva movilización popular a Plaza de Mayo y otras ciudades del país, interpretándola como un reflejo de que “la sociedad argentina está recuperando los reflejos y los anticuerpos” para enfrentar las políticas de ajuste.
“Este modelo económico no ha parado de fracasar”, sentenció, y responsabilizó directamente a los ministros Luis Caputo y Federico Sturzenegger por el endeudamiento: “Después hay que hacerse cargo de la deuda que bucaneros como Caputo y Sturzenegger generan”, advirtió.
Kirchner remarcó que la etapa actual exige organización y firmeza frente a lo que definió como “abusos de poder” y “humillaciones”, y defendió la movilización social como un componente clave de la salud democrática.