La Casa Blanca, a través de la secretaría de prensa Karoline Leavitt, calificó la operación como histórica. “La mayor operación masiva de deportación en la historia está en marcha. Promesas hechas, promesas cumplidas”, escribió Leavitt en la red social X.
Entre los detenidos se identifican individuos considerados de alta peligrosidad, incluido un sospechoso de terrorismo, cuatro integrantes de la banda criminal venezolana ‘El Tren de Aragua’ y varias personas condenadas por crímenes sexuales contra menores. Además, las deportaciones fueron realizadas en aviones militares, un gesto simbólico y operativo que subraya el enfoque de la administración en priorizar la seguridad nacional.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) confirmó la operación a través de sus canales oficiales, destacando su alcance sin precedentes.
Una legislación que transforma el panorama migratorio
La operación se ampara en una «emergencia nacional» declarada por Trump al asumir su segundo mandato, una medida que ha permitido implementar políticas más drásticas. Entre las acciones más controvertidas destaca una nueva legislación aprobada por el Congreso, que amplía el alcance del encarcelamiento preventivo para inmigrantes sospechosos de delitos, incluso aquellos menores como hurtos en comercios.
«Buscamos que Estados Unidos recupere el control de sus fronteras y su seguridad», declaró Trump al respecto. La ley fue aprobada con un respaldo mayoritario en el Congreso, logrando 262 votos en la Cámara de Representantes y 64 en el Senado, lo que refuerza la autoridad del ICE y permite operaciones más rápidas y amplias.
Impacto y polémica
La administración Trump ha dejado claro que la seguridad fronteriza será una piedra angular de su segundo mandato. Esta operación masiva no solo busca frenar la inmigración ilegal, sino que también envía un mensaje contundente tanto a nivel interno como internacional. Sin embargo, las medidas han generado fuertes críticas de organizaciones defensoras de derechos humanos y grupos proinmigrantes, que consideran que esta política criminaliza a los inmigrantes y socava los derechos civiles.
Un precedente histórico
La operación de deportación masiva no solo refuerza el compromiso de Trump con sus promesas de campaña, sino que establece un precedente histórico en la administración migratoria de Estados Unidos. Si bien sus defensores argumentan que esta política fortalece la seguridad nacional y protege a los ciudadanos, sus detractores temen que marque el inicio de una era de mayor represión y discriminación hacia las comunidades inmigrantes.
El futuro de la política migratoria de Estados Unidos bajo el segundo mandato de Trump promete ser uno de los temas más candentes y polarizadores de la agenda política nacional e internacional.